Figueres, España.- A miles de kilómetros de distancia, la pasión por Chivas no conoce de límites ni fronteras.
Hay poco más de hora y media de distancia en automóvil desde la capital catalana, Barcelona. Es fin de semana y la familia Pizaña Linares ha determinado que entre sus actividades de recreación, que incluyen un paseo por la playa de Roses, el viernes se haga una escala en la localidad de El Alto Ampurdán para presenciar una de las pasiones que los une: el futbol.
En familia han determinado hacer el viaje hasta Figueres y han cargado con todo; él, mexicano, de Acapulco, Guerrero, ella, catalana, de Barcelona. Diego Gerard y Alicia, sus hijos, les acompañan en esta aventura; la obligada indumentaria que los distingue del resto de los aficionados en el Estadio de la localidad no puede fallar, playeras de la Selección Nacional y una gorra que aunque muestra el logotipo del hermano rojiblanco Chivas USA, asemeja al de su equipo favorito: El Rebaño Sagrado.
Han llegado temprano al Estadio de Figueres y han visto calentar al Rebaño a escasos metros de distancia. Su bandera de México es punto de atracción para fotógrafos y camarógrafos por lo extraño que resulta ver el verde, blanco y rojo del emblema nacional entre los azules que distinguen al conjunto de El Alto Ampurdán.
Diego Gerard, quien aparenta poco más de cuatro años, los mira con cautela y asombro, él no sabe aún la trascendencia de los elementos que sus ojos contemplan, pero con el paso de los años y la ayuda de sus padres, sabrá que observó al mejor y más popular equipo del futbol mexicano, seguro lo sabrá.
En familia, han brincado con el primer gol de Fabián a los seis minutos, pero también corearon el del playera diez de Chivas a los 12. Aplaudieron el 0-3 que Jesús Sánchez convirtió hacia la mitad del primer tiempo y quedaron maravillados con otra diana que Fabián ha realizado a los 41 minutos, con túnel incluido y el asombro de una tribuna que no puede evitar aplaudir la fantástica anotación.
Pasan los minutos y la tribuna del inmueble deja ver a otro grupo de personas que llevan la misma consigna que ellos, "Chivas... Chivas..." escuchan a tan sólo unas butacas de distancia, justo donde un hombre con un sombrero mexicano rojo intenso, pelea de forma amistosa con el resto de los aficionados por el grito más fuerte entre el Unio Esportiva y el de Chivas.
Son tres familias catalanas - mexicanas quienes han llegado al inmueble para apoyar a sus conacionales, ya que los Barnosell Valenzuela, los Camós del Río y los Mora Chávez, quienes muestran rostros pintados con los colores mexicanos, han afinado la garganta y con la fuerza que les genera la pasión por el futbol y ensordecen la parte trasera a la banca del Rebaño. "Chivas... Chivas...".
Ellos también se han acercado de diversas comunidades cercanas a Figueres para seguirle la pista al Rebaño, de la misma manera que una tercer comitiva mexicana integrada por dos familias más.
Playera blanca de concentración del Rebaño, esa que adquirió en una visita reciente al Estadio Omnilife, bandera de México en una mano y en la otra su esposa que muestra también una mochila alusiva al centenario de Chivas; son Juan Carlos Serret y Patricia Romero, catalán y mexicana, de Aguascalientes. Junto a ellos observan el partido Sebastián Conde y su esposa Sofía Baena, él de esta provincia y ella de Taxco, quienes también muestran su pasión por el futbol y por ende por el Rebaño Sagrado.
Durante los 90 minutos del encuentro el apoyo no ha cesado, como tampoco ha cesado las ganas de estar de cerca con el Guadalajara, a quien siguen por televisión y medios electrónicos, pero que la noche del viernes los han podido ver en vivo, en persona.
Por eso con el grato sabor de boca que ha dejado un 4-2 a favor de Chivas les motiva a ir en búsqueda de la foto del recuerdo, del autógrafo en sus camisetas, del estrechar la mano de sus ídolos. En las afueras del vestuario y de camino al autobús que los conduce a Peralada, los seguidores mexicanos hacen una fila para uno a uno, agasajar a los rojiblancos con esa pasión que sólo los mexicanos pueden brindar.
Pasa Luis Michel, pasa Marco Fabián, lo mismo hacen el "Chatón" Enríquez, Héctor Reynoso y demás elementos rojiblancos. A todos por igual el cariño se les demuestra de diferentes maneras, pero finalmente, el recuerdo imborrable que marca el ver que lejos, muy lejos, la pasión por Chivas llega.
