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Cronología de un equipo Campeón

19/08/2012 20:41 /

Ciudad de México.- En sus filas solamente hay lugar para jóvenes con el talento y el compromiso de ser guerreros incansables que entregan el alma en la cancha para seguir poniendo el nombre de México en lo más alto del medio futbolístico.

A muy temprana hora en las instalaciones de la CONADE el Director Técnico Manuel Martínez da la charla técnica a sus muchachos para dejar en claro sus últimas instrucciones, pues en el terreno de juego serán once gladiadores defendiendo los colores del equipo más mexicano ante el representante del balompié europeo.

El autobús que ha trasladado al Guadalajara Sub 17 durante toda la semana de la competencia llega al punto de partida, uno a uno los jugadores del Rebaño suben para tomar sus asientos y una vez todos a bordo inicia el trayecto rumbo al Coloso de Santa Úrsula.

Rostros concentrados, últimos mensajes de celular, audífonos, música y una ilusión en común, obtener el trofeo que los consagre como el mejor de la Copa Independencia 2012, como el representativo mexicano que ha defendido con honor el campo nacional del extranjero italiano.



A lo lejos se vislumbra el monumental Estadio Azteca, testigo de tantas batallas del balompié nacional e internacional, por su grama han pasado figuras nacionales e internacionales, en sus muros aún resuena el Campeonato de la Selección Nacional Sub 17 en la Copa Mundial de la categoría México 2011.

El autobús ingresa al estadio, los jugadores y Cuerpo Técnico descienden, se internan por el túnel del Azteca hasta llegar a vestidores, pero el grupo quiere pisar la cancha que posteriormente los verá Campeones. Una vez en el campo es inevitable ver a su alrededor, por la mente de los jugadores pasan mil imágenes, pero sólo la de proyectar a Chivas Sub 17 como Campeón será suficiente para volverlos a su realidad.

Se toman la fotografía del recuerdo, mientras en la tribuna comienza a llegar la afición, que va con el ánimo de ver un gran partido de futbol, sin importar la edad de los jóvenes futbolistas.



El preparador físico los llama al vestidor, es momento de colocarse la armadura, esa hecha de un acero especial, que desborda los colores rojo y blanco, que además está engalanada con once estrellas en el corazón; esa emblemática armadura que sólo puede ser usada por un mexicano, honrada por la pasión y abrillantada por el triunfo.

A un costado de la banca de Chivas comienza el calentamiento bajo las órdenes del preparador físico Alex Gorgonio, el ambiente no puede ser mejor entre los jugadores, las risas, las bromas, el balón va y viene en un círculo que invita a cualquiera a jugar si fuera posible hacerlo.



La cuenta regresiva comienza, 25 minutos antes del partido los jugadores rojiblancos regresan al vestidor para las últimas palabras de su entrenador y por qué no, elevar una oración de fe y compromiso, que amalgame esa unión de grupo.

Quince minutos previos al arranque del encuentro los equipos están listos, su ingreso a la grama del Azteca será acompañado por la música del himno de la FIFA con la bandera del Fair Play, para recordar y resaltar los valores del Juego Limpio, del triunfo obtenido con esfuerzo.

La tribuna supera las expectativas, incluso se da cita un pequeño grupo de italianos apoyando a la Fiore, pero las porras hacia su equipo eran opacadas por la mayoría de mexicanos que alentaban al conjunto rojiblanco. Antes del arranque ya hay ventaja para Chivas, la afición esta con el Rebaño Sagrado.



Ya en formación, es tiempo de escuchar el himno de Italia, los jugadores “Viola” lo interpretan con respeto, las notas culminan, es momento de entonar el himno nacional mexicano. El Azteca se une en una sola voz, la piel se eriza, el orgullo patriótico se ha desbordado. Para terminar con el protocolo la foto oficial del torneo, iniciando por el extranjero que se lleva de los asistentes una sonora rechifla. Ahora es Chivas y el apoyo de la afición al grito de “Chivas… Chivas”, provoca la sonrisa de los jugadores del cuadro tapatío.

Edgar Morales árbitro central da el silbatazo inicial, Chivas mueve el esférico, once mexicanos en el campo de juego defendiendo la playera rojiblanca y el orgullo tricolor.

En la tribuna la afición juega su partido, entre gritos y porras de aliento para el representativo del Guadalajara. “¡Vamos Chivas!, no importa que sea Sub 17, es Chivas”, comenta un aficionado a su pequeño, quien se emociona al tiro fallido de Daniel Ríos. En la parte lateral inferior de la tribuna, un grupo de jóvenes comienza la futbolera "ola" los demás lo siguen, ya entrados en ambiente le suman el grito de ¡México, México!, retumba el Azteca, la emoción a flor de piel y el juego sigue su marcha.



Las llegadas del cuadro rojiblanco son constantes, pero no logran incrustar el balón en el arco rival. La afición deleita los despejes del portero italiano Alessando Bacci como sólo los mexicanos sabemos hacerlo.

Para el complemento, el equipo italiano salta a la cancha en medio de una silbatina, Chivas entre aplausos. Cientos de playeras de Chivas, banderas, gorras y sí, también playeras de otros equipos nacionales como América, Pumas, Cruz Azul y banderas de México; es simple, el Rebaño va por el orgullo nacional.

Es turno de que el balón lo mueva el cuadro de Italia, la defensa del Guadalajara es implacable tienen la misión de no permitir que invadan su campo y cumplirán su cometido. El entrenador rojiblanco Manolo Martínez da instrucciones desde la banca, sus jugadores atienden, los minutos pasan, el marcador se mantiene intacto.

Chivas llega al campo italiano, el tiro es de David Ávalos, el portero “Viola” tiene el esférico, ante su despeje desde la tribuna los gritos incesantes de los asistentes y desde la banca su entrenador Leonardo Semplici no para de gritar y manotear, la desesperación se palpa.

El equipo mexicano toma el balón, su capitán Sergio Flores los alienta a ir hacia adelante. Luchar, ganar, eso es lo único. Llegan al campo rival los rojiblancos, el balón está en posesión de Araujo, quien con total dominio lo cede a Ríos, éste tira con potencia, el marco se interpone, pero en el rebote Márquez no perdona, la afición no contiene la emoción, el grito de gol emerge de cada mexicano, el balón está en el fondo de la red, Chivas festeja dentro y fuera de la cancha, en la banca mexicana se confunden los gritos entre aplausos, sólo unos minutos le restan al encuentro y el Guadalajara será Campeón.



El esférico vuelve a girar sobre el pasto del Azteca, un golpe lo lleva a las alturas, regresa al pecho de un jugador que lo pasa a su compañero con la punta del pie, el otro lo toma, lo conduce, el reloj sigue su curso, la afición no para de gritar “Chivas… Chivas” y llega el silbatazo final.

Un rival derrotado que no dejó de luchar, por ello es inevitable, las lágrimas cubren sus mejillas. El Rebaño festeja, grita, canta, abrazos entre compañeros, la misión se ha cumplido, la batalla se ha ganado, el laurel dorado cubre al Campeón, que con humildad reconoce a su contrincante y le brinda la mano, fundiéndolos en un abrazo, pues al final es un juego, bien ganado, bien jugado.

Una medalla, un trofeo, un equipo, un grupo de amigos, representando al equipo más popular de México, al pueblo que quiere más triunfos, al pueblo que desea buenas nuevas. El reconocimiento cuelga en su cuello, por el esfuerzo, el trabajo, la dedicación, el esmero, pero sobre todo por el trabajo en equipo, el trabajo de Chivas Sub 17, Campeón de la Copa Independencia 2012.



POSICIONES

Posición Equipos Partidos Puntos
12 0 0
13 0 0
14 0 0
15 0 0
16 0 0

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