Los grandes choques entre Guadalajara y América

Hablar del enfrentamiento entre Chivas y América no sólo es hacerlo sobre los dos clubes mexicanos con mayor antagonismo entre sí, sino también es recordar que muchos de los 159 partidos de Liga que ambos han disputado en las casi siete décadas de historia del futbol nacional marcaron época y continúan muy presentes en la memoria de la afición, pues el orgullo en juego va mucho más allá de los tres puntos o de la eliminatoria que en su momento los llevó a enfrentarse.

Uno de los episodios más recordados por la gran familia rojiblanca es aquel que se suscitó en la Final de la Copa de Campeón de Campeones de 1964, entre el Campeón de Liga por sexta ocasión, el Guadalajara, y el Campeón de la Copa México, el América, que terminó con victoria del Rebaño Sagrado por 2-0 en el Estadio Olímpico Universitario.

El defensa central Guillermo Sepúlveda fue expulsado del partido, pero antes de abandonar la cancha se quitó la camiseta, la puso en el césped justo frente a la banca americanista y le dejó un mensaje a todos los que la ocupaban: "con esta tienen", el cual desató una bronca entre ambos planteles.

Tal mítica expresión del ‘Tigre’ acentuó y se convirtió en todo un ícono de la rivalidad entre ambos clubes, pues hizo referencia al amplio dominio de los tapatíos sobre los capitalinos durante la época del ‘Campeonísimo’.

Entre las temporadas 1956-57 y 1963-64, se midieron en 16 ocasiones, con un saldo totalmente favorable para Chivas, pues registró 11 victorias, incluida la máxima goleada que le ha propinado a su acérrimo rival, aquel 7-0 de la Jornada Ocho del certamen 56-57, tres empates y sólo dos descalabros.

Otro capítulo de trascendencia mayúscula en la rivalidad entre ambos fue cuando se encontraron en la ronda de Semifinales de la campaña 1982-83. En el partido de Ida, las regeneradas Chivas de Alberto Guerra cayeron en el Estadio Jalisco por 1-2. Norberto Outes, de penalti, y Luis Alberto Acosta adelantaron al equipo dirigido por Carlos Reinoso, mientras que Roberto Gómez Junco le dio esperanza a los rojiblancos para definir la serie en el Estadio Azteca.

Para la vuelta,  el duelo se caracterizó por los múltiples e intensos roces entre los jugadores de uno y otro bando. Los ánimos comenzaron a caldearse al minuto 24, cuando Eduardo Cisneros cometió falta sobre Outes, quien al levantarse le soltó un manotazo y el árbitro Edgardo Codesal, en un intento por apagar el fuego, le mostró la roja al delantero azulcrema.

Antes de que terminara el primer tiempo, José ‘Pelón’ Gutiérrez mandó un centro al área, ‘Samy’ Rivas cedió de cabeza para Ricardo ‘Snoopy’ Pérez, quien bajó el balón y de ‘tijera’ conectó para vencer a Héctor Miguel Zelada y poner el empate global a dos.

En el tiempo agregado del primer lapso, Armando Manzo se fue expulsado por intentar soltarle un codazo al rival. En el cobro del tiro libre tras dicha acción, Fernando Quirarte peinó el esférico y Demetrio Madero aprovechó el desconcierto de la zaga americanista para poner en ventaja al Rebaño Sagrado.

Ya en la segunda parte, ‘Samy’ Rivas sentenciaría la eliminatoria a favor del Guadalajara tras apuntarse un gol de bella manufactura, ya que remató de primera un pase de Gómez Junco y nada pudo hacer Zelada para detener el potente envío. Mientras parte de los jugadores rojiblancos celebraban, comenzó la batalla campal en el terreno de juego, pues ambos bandos intercambiaron puños y patadas a diestra y siniestra.

Aunque Chivas eliminó a su acérrimo rival, que había conseguido romper múltiples récords y registrado la mejor campaña en su historia, accedió a la serie por el título del futbol mexicano, quedó mermado por la suspensión de casi la totalidad de su once titular, hecho que le cobró muy cara la factura al perder la Final en la tanda de penales ante el Puebla.

Para el torneo siguiente, el Rebaño Sagrado y las Águilas se vieron las caras en la Gran Final. El partido de Ida, en el Estadio Jalisco, terminó con un electrizante empate a dos. Mario Trejo y Carlos Hermosillo habían reflejado en el marcador la superioridad del visitante, pero sobre los últimos minutos, los primos De la Torre, Eduardo y Néstor, anotaron y le devolvieron la confianza al cuadro de Alberto Guerra, para definir todo en el Coloso de Santa Úrsula.

En el duelo de Vuelta, parecía que la balanza se inclinaría hacia el lado tapatío, pues primero Armando Manzo salió expulsado tras cortar un avance y luego el Zelada derribó al ‘Snoopy’ Pérez dentro del área en un mano a mano. La mesa estaba puesta para que el Guadalajara encaminara el encuentro decisivo a su favor, pero el cobro de Eduardo Cisneros fue atajado por el arquero azulcrema.

Tal hecho fue una inyección de ánimo puro para los americanistas, ya que pudieron solventar el verse en inferioridad numérica. Los goles de Eduardo Bacas, Alfredo Tena y Javier Aguirre hicieron que el América se quedara con el campeonato. Fernando Quirarte había puesto el 2-1 parcial al minuto 85.

Dos años más tarde, en la Jornada Tres de la temporada 1986-87, ambos equipos protagonizaron otro choque de alto voltaje, pues la intensa rivalidad se tradujo en otra bronca campal. Eduardo Bacas había adelantado a los emplumados y poco más tarde, una rencilla entre Carlos Hermosillo y Fernando Quirarte provocó que los ánimos se tradujeran en golpes entre todos.

El árbitro Antonio Márquez no pudo controlar la monumental  gresca y optó por suspender el partido. El saldo que dejó este suceso fue de 22 jugadores castigados suspendidos y los 18 minutos que restaron por disputarse, se llevaron a cabo un mes después, con conjuntos alternativos y el marcador ya no se movió.

Otro duelo memorable fue el que disputaron a la campaña siguiente, cuando en la Fecha 34 en el Estadio Jalisco, el Rebaño Sagrado se repuso de un gol tempranero de Antonio Carlos Santos y terminó llevándose el Clásico por 3-2. Javier Aguirre, ahora del lado rojiblanco, emparejó los cartones, y José Manuel ‘Chepo’ de la Torre se encargó de convertir dos penales. Luis Roberto Alves ‘Zague’ le puso cifras definitivas al electrónico.

Otra sonada voltereta fue aquella que el cuadro entonces dirigido por el holandés Leo Beenhakker logró conseguir en el Estadio Azteca en la Jornada 26 del curso 1995-96. Harold Lozano y Omam Biyik habián puesto sobre las cuerdas al Chiverío, pero en el ocaso de la primera parte, Guillermo Hernández acortó la distancia en el marcador. En el segundo tiempo, los tapatíos se lanzaron con todo al frente, labor que se vio recompensada con los tantos de Gustavo Nápoles e Ignacio Vázquez.

A la campaña siguiente, la de Invierno 1996, primera en modalidad de torneos cortos, el Guadalajara logró una victoria que permanecerá siempre viva en la memoria de la gran familia rojiblanca, pues vapuleó a su archirrival por 5-0. La expulsión de Luis García al minuto 14 fue el acabose de los azulcremas, que terminaron como meros espectadores del festín de goles, obra de Ramón Ramírez, Sergio Pacheco, Paulo César Chávez y Gabriel García, quien marcó en dos ocasiones.

El año 2000 difícilmente será olvidado por los americanistas, pues en ambos certámenes el Guadalajara se impuso por idéntico marcador de 3-0. En la Fecha Cinco del torneo de Verano, Héctor del Ángel, Paulo César Chávez y Eustacio Rizo colaboraron para conseguir la victoria, mientras que en la Jornada Siete del Invierno, Gustavo Nápoles, Jorge Arreola y un autogol de Duilio Davino terminaron por liquidar a los de Coapa.

En la Fecha 14 del Verano 2002, el árbitro Gilberto Alcalá influyó para que el duelo entre Chivas y Águilas resultara algo fuera de lo normal, ya que pitó cuatro penales, dos a favor de cada equipo. El primero de ellos lo cobró Ramón Morales y con eso se inauguró el marcador en el Azteca, luego Ivan Zamorano convirtió los dos para la causa emplumada, y el cuarto lo falló el mismo Morales. No obstante, Héctor Reynoso y Joel Sánchez colaboraron para que el equipo más popular del país consumara otra victoria.

Uno de los Clásicos Nacionales más espectaculares que se han dado en los últimos tiempos fue aquel de la Fecha Cinco del Clausura 2005, cuando el cuadro dirigido por Benjamín Galindo, en su primera etapa como pastor del Rebaño, empató a tres contra los pupilos de Mario Carrillo en el Coloso de Santa Ursula.

Pavel Pardo y Oscar Rojas aprovecharon el desconcierto de la zaga rival y adelantaron al América, pero instantes antes de que concluyera la primera parte, Héctor Reynoso clareó a Guillermo Ochoa desde tres cuartos de cancha para poner el 2-1 parcial. En el complemento, Francisco Palencia empató el encuentro, pero en una descolgada por velocidad Claudio ‘Piojo’ López le devolvió la ventaja a los azulcremas al fusilar a Oswaldo Sánchez. El mismo Palencia se encargó de cifrar la igualada tras conectar un centro de Alberto Medina.

Un partido entre tapatíos y capitalinos que en el papel lucía muy desequilibrado, por el buen momento de los primeros y la irregularidad de los segundos, y terminó siendo muy emocionante fue aquel de la Jornada 14 del Clausura 2008.

Chivas arrolló al acérrimo rival en el primer tiempo, pues se fue arriba por 2-0 gracias a un doblete de Sergio Santana, y en los primeros instantes de la segunda parte pareció sentenciar el juego con el tanto de Sergio Ávila, pero aflojó el ritmo y permitió la reacción del América, pues Salvador Cabañas anotó en dos ocasiones y los de Coapa estuvieron cerca de lograr levantarse.