El viento sopla fuerte en Puerto Madero, un aire un tanto gélido que aunque no es intolerante, sí se siente su presencia en la piel.
A los transeúntes que deambulan por la zona parece no importarles el clima, lo refleja la indumentaria de pantalones cortos y ropa netamente veraniega que les acompaña, personas que trabajan por la zona y deportistas que constantemente se ejercitan en estos caminos son el movimiento de una zona tapizada de restaurantes y bares que, por supuesto, están llenos de turistas.
Pero adentrados en los caminos de una de las zonas más exclusivas de Buenos Aires, la presencia mexicana es de llamar la atención, y no son precisamente los tradicionales grupos de personas que a todas luces presume su nacionalidad, sino una llamativa colección de fotografías montadas a todo lo largo del muelle de Puerto Madero y que engrandecen la presencia de México en Argentina.
Pues según se muestra en la placa alusiva a esta exposición, la Secretaría de Turismo de México ha puesto a merced de todos los visitantes una probadita de la riqueza natural y cultural, impresa en fotografías, de los enigmáticos y asombrosos lugares de la República Mexicana.
Desde las playas vírgenes ubicadas en el Golfo de Cortez, el palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, los emblemáticos acueductos de Querétaro y la recién nombrada Maravilla del Mundo, la Pirámide de Chichen-Itzá, son sólo algunas de las cerca de cien fotografías montadas justo debajo de cada farola que ilumina Puerto Madero.
Y si de riquezas mexicanas se trata, no podía faltar las bellezas de uno de los estados más significativos de nuestro país, Jalisco, que en dicha exposición aparece con una fotografía que quienes la miran de reojo no pueden evitar regresar para observarla con detenimiento. Se trata del mural de la cúpula del Hospicio Cabañas, obra de José Clemente Orozco y placa que quienes la miran y después leen su descripción quedan asombrados.
De igual forma los agaves del mexicanísimo tequila causan asombro, pues en una de las placas expuestas se ven los campos copados de agave y justo a un costado otro retrato de los antiguos procedimientos que se llevaban a cabo para la fabricación en una de las más importantes casas tequileras de la región.
Por eso Chivas no está solo en Puerto Madero, le acompaña su esencia mexicana y la exposición mostrada a unos metros del hotel sede del Guadalajara es un fiel apoyo silencioso, que al igual que Chivas, han traído hasta Buenos Aires la riqueza natural, cultural y deportiva con la que se cuenta en México.
