Este 29 de diciembre, el Club Deportivo Guadalajara y la Nación Rojiblanca conmemoran el aniversario luctuoso de Salvador Reyes, una de las figuras más grandes en la historia del futbol mexicano y el máximo ídolo de Chivas, cuyo nombre quedó grabado para siempre en la identidad del Rebaño Sagrado.
Hablar de Chava Reyes es hablar de pertenencia absoluta. Su historia con el Guadalajara comenzó desde muy joven, realizando distintas labores dentro del club, hasta cumplir el sueño de debutar en Primera División con apenas 16 años. A partir de ese momento, inició una trayectoria que no solo marcaría una época, sino que definiría el ADN del equipo más popular de México.
Su legado deportivo es monumental. Durante más de cuatro décadas fue el máximo goleador del club en Liga, con 122 anotaciones, una marca histórica que resistió el paso del tiempo. Fue autor del gol que le dio a Chivas su primer título profesional en 1957, encendiendo el inicio de una era inolvidable que más tarde sería conocida como el Campeonísimo. En seis temporadas consecutivas fue el máximo anotador rojiblanco, consolidándose como una pieza fundamental de aquel equipo legendario.
En los escenarios más exigentes, Chava Reyes siempre respondió. Es el máximo goleador de Chivas en la historia de El Clásico de México, con 14 goles, y fue protagonista del primer título internacional del club al marcar un triplete ante el Comunicaciones de Guatemala en la final de la Copa de Campeones de la Concacaf de 1962. Incluso a nivel internacional, dejó huella al marcar dos goles al Barcelona en el Camp Nou, un logro que engrandeció aún más su figura.
Con la Selección Mexicana también escribió páginas memorables. Participó en tres Copas del Mundo (Suecia 58, Chile 62 e Inglaterra 66) y anotó el gol que le dio a México el pase al Mundial de 1962, confirmando su jerarquía dentro y fuera del país.
Más allá de los números y los títulos, Salvador Reyes representó como pocos los valores del Guadalajara: humildad, entrega, compromiso y amor incondicional por la camiseta. Su célebre frase, “Yo no soy Chiva de corazón, yo soy Chiva de nacimiento”, sintetiza el vínculo eterno que mantuvo con el club durante toda su vida.
La institución ha rendido homenaje a su grandeza retirando el número 8, como símbolo permanente de respeto y reconocimiento a quien es y será por siempre la máxima leyenda rojiblanca.
En este aniversario luctuoso, Chivas honra la memoria de Salvador ‘Chava’ Reyes no solo como un futbolista irrepetible, sino como un emblema eterno de identidad, historia y orgullo. Su legado sigue vivo en cada generación que entiende que ser rojiblanco es, ante todo, un compromiso para toda la vida.
