Santa Clara, California.- En sus ojos hay un enrojecimiento que sólo se logra cuando se está a punto del llanto, cuando el sentimiento pega. Sin importar el frío repentino que cae en la Universidad de Santa Clara, Edwin aguanta a pie firme y sin decir palabra alguna, pues ante si tiene la posibilidad de estar junto al Rebaño, junto a sus Chivas del Guadalajara.
Su historia no es como la de cualquier otro joven que aspira a estar cerca del equipo más popular del país, la de Edwin es una historia diferente, pues su problemática renal que le aqueja desde hace tiempo, le impide desplazarse con movilidad a cualquier parte que quisiera, ya que los tratamientos le complican hacer una vida más ajetreada.
Por eso cuando fue llamado al centro del campo por la totalidad del plantel, Edwin se quedó sin habla, en su rostro reflejaba un dejo de incredulidad de que realmente estuviera al lado de sus ídolos, y más cuando el capitán del equipo, Ramón Morales, pasó al frente y le dirigió unas palabras.
"Edwin, te presento a las Chivas, a nombre de los profesores y de los jugadores queremos regalarte esta camiseta con mucho cariño, al término del entrenamiento te la vamos a firmar todos y échale muchas ganas, esperamos que te guste tu regalo", mencionó capitán rojiblanco justo antes de que los destellos de los flashes comenzaran a aparecer.
Y por más frío que hiciera, por más que los cientos de aficionados le pidieran ayuda para llevarles una playera a firmar, Edwin se mantuvo ahí, en primera fila, justo a unos metros de los jugadores que antes sólo veía por televisión, y ahora tenía a unos cuantos pasos, en vivo y a todo color.
"No supe que decir, me siento bien, me dijeron que me regalan esta playera y les agradecí mucho", diría emocionado Edwin quien casi sin habla y justo antes que el autobús de Chivas, se adelantó con su hermano David a la salida que los condujera de regreso a casa, con la satisfacción de un sueño cumplido.
