Curitiba, Brasil.- Poco después de las diez de la noche, tiempo local, dos horas más que en México y tras poco más de 18 horas de vuelo desde la Perla de Occidente, el Rebaño Sagrado llegó la noche de este domingo a la capital del Estadio del Paraná, al sur de Brasil y donde este martes enfrentará el juego de vuelta de los Octavos de Final de la Copa Sudamericana ante el Atlético Paranaense.
Con una ligera pero perceptible llovizna y una temperatura de alrededor de 13 grados centígrados, que junto a la humedad de la ciudad genera una sensación térmica menor, así le dio Curitiba la bienvenida al Rebaño la noche de este domingo tras arribar al Aeropuerto Internacional Alfonso Pena.
Luego de despegar al filo de la media noche de este sábado desde el Aeropuerto Miguel Hidalgo de Guadalajara, Chivas optó por un vuelo privado a fin de llegar a tierras amazónicas por la tarde de este domingo para llevar a cabo su entrenamiento regenerativo posterior al Clásico Tapatío.
Pero al arribar al Aeropuerto de Panamá la mañana de este domingo, en la primera de dos escalas contempladas, una serie de contratiempos con el espacio aéreo colombiano, incluido en la ruta programa de Chivas rumbo a Curitiba, los obligó a perder cerca de cuatro horas en la ciudad centroamericana para posteriormente reanudar su trayecto por una ruta alterna y de mayor distancia, que les hizo demorar aún más.
Pero toda vez que se reanudó su trayecto, con un segunda y última escala en el Aeropuerto Internacional de Manaus, Brasil, justo en el corazón de la selva amazónica, Chivas arribó a la sede de su partido y se instaló en Curitiba por la noche de este domingo, postergando así su actividad física programada para este día.
Será hasta este lunes por la tarde cuando Chivas lleve a cabo su reconocimiento de la cancha del Kyocera Arena y su cierre de preparación, a fin de quedar listos para enfrentar este martes por la noche el segundo y decisivo juego de los Octavos de Final de la Copa Sudamericana.
