Chivas o Pumas, cualquiera de los dos pudieron haber aprovechado los tropezones de Tecos y Cruz Azul para sumar en el Grupo Dos de a tres puntos, pero no lo hicieron y se repartieron dos puntos, uno para cada quien en un empate de 1-1, que terminó con grandes jugadas de emoción y que pararon en más de una ocasión al público de sus asientos.
Aún así, el Guadalajara se trepó hasta la cima del pelotón y es líder del sector con 22 puntos, pero ni por mucho el Rebaño tiene garantizado con seguridad permanecer en el sitio de privilegio, pues el Morelia juega este domingo y si gana puede pasar a los tapatíos y llegar a 24 unidades.
Tanto los felinos como los del chiverío pudieron marcar la diferencia mediante jugadas que fallaron con claridad Ismael Iñiguez por Pumas al 64’, y Antonio Salazar a un minuto de finalizar el partido, voló un remate a las tribunas con un cabezazo tras recibir sólo un servicio preciso de Alberto Medina, justo al corazón del área.
El primer tiempo fue muy estudiado por ambos equipos, tanto Chivas como Pumas querían descubrir qué armas traían y cuáles eran la intenciones en los primeros instantes del juego, pues ni Guadalajara ni la UNAM querían regalar nada sabiendo que dos equipos del Grupo Dos, Cruz Azul y Tecos, el cual comparten los cuatro junto con América y Morelia, ya habían perdido sus partidos de la Jornada 15, por lo que con una victoria cualquiera de los dos tendrían oportunidad de escalar puestos.
Por tal motivo, los primeros 45 minutos fueron trabados, de muchas faltas, demasiadas imprecisiones de los 22 jugadores dentro del terreno de juego, y muy pocas emociones en las porterías. Guadalajara buscó más que Pumas arribar al área rival, pero chocó una y otra vez con una defensa universitaria bien acomodada.
La jugada más peligrosa del primer tiempo llegó hasta el 25’, después de que Édgar Solís desbordó por la banda izquierda y mandó un centro medido al corazón del área, a la llegada de Xavier Báez, quien con la portería abierta y con un Sergio Bernal vencido, se tendió de palomita, pero su remate pasó centímetros a un lado del arco de Pumas.
Diez minutos después, Juan Carlos Cacho, quien se encontraba muy solitario en la delantera auriazul, realizó un esfuerzo aislado al sacar un disparo fuera del área que contuvo, sin exigirle de más al arquero chiva, Hugo Hernández.
Posteriormente, Omar Arellano recuperó el balón en tres cuartos de cancha, avanzó y se la entregó al ‘Tepa’ Solís, quien de primera prendió un disparo que Bernal con dificultades alcanzó a desviar.
Los dirigidos por el técnico Efraín Flores saltaron a la cancha para el complemento con toda la disposición de atacar al conjunto del Pedregal. Sin embargo, Chivas siguió sin descifrar el parado de Pumas y las jugadas de peligro no podían ser armadas con naturalidad, estaba costando trabajo.
Pumas supo aguantar, esperó con paciencia para aprovechar una oportunidad para pegarle al Rebaño. En un tiro de esquina esa opción llegó para la UNAM al 52’ mediante un tiro de esquina que cobró Jehu Chiapas y que en el área, llegó desde atrás el defensa paraguayo Darío Verón embalado, y con un cabezazo seco la mandó al fondo para el 0-1, a favor de los capitalinos.
El partido parecía complicarse, pues si estaba cerrado, a partir de ese momento lo iba a estar mucho más, ya que el entrenador de la UNAM, Ricardo Ferretti iba a proteger esa ventaja con todo atrás, y jugar al contragolpe.
Efraín Flores tenía plena conciencia de lo que se estaba jugando su equipo en este partido, tenía que ir por el resultado para no verse rebasado por Pumas en el grupo. Apostó todo para ir por el empate y realizó cambios completamente ofensivos al mandar al combate a Alberto Medina y a Marco Fabián, por Juan Ocampo y Gonzalo Pineda, respectivamente.
Guadalajara no encontraba por donde, pero alguien se tenía que animar a hacer algo diferente, y ése fue Patricio Araujo, al 71’ conducía el esférico a las afueras del área y se animó a pegarle de larga distancia, pero le pegó de tres dedos, por lo que su disparo tomó un efecto magistral que fue a dar a las redes, con el portero Sergio Bernal estocio, parado, siendo un testigo más de cómo el 1-1 le pasó a un costado como una ráfaga, y mientras el ‘Pato’ ya estaba festejando con todos sus compañeros frente a la banca.
La recta final tomó una intensidad especial, los protagonistas del partido no se reservaron nada para el desenlace y buscaron con fiereza el gol que les diera el triunfo. Fue entonces cuando vinieron los embates rojiblancos, pero el más claro, el del ‘Hulk’ Salazar, quien se acomodó al centro del ‘Venado’ Medina, midió, pero desafortunadamente el balón se veía detrás de la portería tras su remate de cabeza, esperando a que fuera puesto en la meta de Sergio Bernal.
El árbitro central del encuentro, Héctor Manuel Gómez pitó el final del partido, y con el silbatazo se diluyó una oportunidad más para Pumas de ganar en el Jalisco, y el eterno período de 26 años sin ganar en este recinto se prolongará aún más.
Y aunque se ve cercana la Liguilla para Chivas, tendrá que lidiar con Puebla y con Indios de Ciudad Juárez para amarrarla y afianzarla.
