Manzanillo, Colima.- Para el segundo día de actividades de pretemporada en la bahía de Manzanillo, el sol ha respetado el trabajo matutino de Chivas al ocultarse por instantes detrás de los nubarrones que por algunos momentos se posan sobre las playas colimenses.
Son diez minutos antes de las nueve de la mañana y la totalidad de jugadores ya se encuentra en el punto de reunión, a un costado de la alberca del hotel, para comenzar con el trabajo matutino correspondiente a este segundo día de actividades de pretemporada de playa.
Por eso tras un breve calentamiento, consistente en soltura y estiramientos para comenzar en forma con el trabajo de arena en la playa del hotel, el Preparador Físico del equipo Guillermo Hernández preparó un circuito de ejercicios consistente en potencia y fuerza, aunado a rapidez y frecuencia, todo ello en diversas estaciones preparadas sobre la arena.
A excepción de los porteros quienes trabajaron a parte en cancha y de Patricio Araujo, quien por la mañana reportó un golpe en la pantorrilla izquierda e hizo sólo este ejercicio por separado, la totalidad del plantel realizó este demandante trabajo físico por espacio de 15 minutos para después comenzar con el trote en dirección al campo de golf, justo donde se encuentra la cancha.
Antes de llegar al campo de juego, el profesor Hernández coordinó un trabajo en una pendiente de arena, situada justo a un costado del campo de golf y donde por espacio de cinco minutos el plantel vio uno de los trabajos más demandantes de esta pretemporada, al concentrarse todo el esfuerzo en potencia y fuerza, por lo que una vez terminado dicho ejercicio, el plantel continuó su trote hacia la cancha.
Bajo el mando del estratega Efraín Flores, el trabajo de cancha de este martes por la mañana consistió en trabajo ofensivo, el cual se desarrolló en dos porterías, situadas paralelamente sobre la línea de banda y donde los cuatro porteros fueron exigidos al máximo por todos los elementos de campo del equipo.
Primero generando centros hacia el compañero y después alternando la posición convirtiéndose en rematador, durante 50 minutos, con una pausa para hidratación tras 25 minutos de trabajo, el equipo centró su parte futbolística en ofensiva, en la cual se observaron grandes anotaciones y hasta las más increíbles pifias frente al arco.
Poco después de las 11 de la mañana el plantel realizó estiramientos e hidratación, por lo que una vez culminada su sesión en matutina en cancha se retiraron hacia el hotel, ya que en punto de las cinco de la tarde volverán para la segunda sesión de trabajos de este martes.
