Necaxa llegó al Estadio Jalisco a buscar una sola oportunidad de peligro que hiciera diferencia en el partido y la encontró, no por su gran juego ofensivo y propositivo, sino por los pelotazos característicos de un sistema de juego sólido en defensa y de contragolpes al frente, que aunados a una desatención de Chivas, le valió tener el control del marcador por algunos minutos.
Pues aunque fiel a su estilo Chivas comenzó su partido de la Jornada Cuatro del Clausura 2009 con una propuesta ofensiva basada en su acostumbrada movilidad y toque, los avances rojiblancos no tuvieron la brillantez con la que suelen poner en predicamentos a las defensivas rivales, ya que pese a que existieron aproximaciones al área enemiga, éstas carecieron de precisión y resultados inmediatos.
Incluso aunque la mayoría del encuentro se desarrolló en territorio de los Rayos, producto de una constante aproximación de Chivas hacia el arco enemigo, Necaxa acumuló hasta diez elementos en los límites de su área, a fin de contrarrestar y nulificar el juego efectivo que el Rebaño suele desarrollar a la ofensiva.
Y una vez conseguido el objetivo de detener el desequilibrante paso de Ramón Morales, las llegadas por sorpresa de Xavier Báez y Édgar Solís y la constante peligrosidad que causan Javier Hernández y Jared Borgetti en el área, el cuadro visitante continuó con su propuesta de contragolpe que habría de generar opciones de gol en el arco de Luis Michel.
Pero no fue sino hasta el complemento cuando con base en el mismo sistema de pelotazos hacia el frente en busca de un error, éste apareció a través de Héctor Reynoso, quien en el área y en su afán de alejar el peligro de su área ante la inminente llegada de Alfredo Moreno, el defensa rojiblanco atacó mal la pelota y la entregó al contrario, que aprovechó el desconcierto de Chivas y venció el marco de Luis Michel a los 63' de juego.
A partir del gol, el cuadro de Aguascalientes hizo hasta lo imposible por evitar que los rojiblancos se acercaran a su terreno, situación que nunca pudieron sostener ya que con el apoyo de su afición y las ganas de sumar ante su público, Chivas presionó hasta no ver cristalizados sus esfuerzos en un tanto que igualara el marcador.
Y justo cuando Necaxa saboreaba las mieles de una victoria como visitante, paseaba la pelota de un lado a otro sin mucho afán de llegar al área contraria, aprovechaba cada oportunidad para retardar la reanudación de juego y simulaba gravedad en faltas ordinarias de un partido de futbol, apareció la figura de Ramón Morales para encabezar la reacción rojiblanca.
Pues unos metros antes de la media luna del área, luego de una falta cometida sobre Marco Fabián, el capitán del Rebaño tomó la esférica y la colocó a su gusto, y una vez acomodada la barrera a la distancia obligada, el habilidoso mediocampista cobró como sólo el sabe, con clase, precisión y potencia para anidar su disparo en las redes y levantar a la tribuna para festejar la majestuosa anotación de la igualada a 83' de tiempo corrido.
Y pese a que Guadalajara fue con mayor continuidad al frente, tuvo innumerables acciones en el área de los Rayos y poco faltó para convertir el de la victoria, el tiempo apremió y la división de puntos fue inevitable, por lo que Chivas sumó una unidad en casa, pero que dejó en el aire la sensación de merecer más que eso.
Guadalajara 1-1 Necaxa
(0-1) (63') Alfredo Moreno
(1-1) (83') Ramón Morales
Estadio Jalisco
