Lanús, Provincia de Gran Buenos Aires.- Más allá de reconocer la cancha y pisar el pasto del inmueble, la tarde de este martes previo al arranque de su participación en la Copa Libertadores, Chivas literalmente observó la sede del duelo de este miércoles entre los granates de Lanús y las Chivas del Guadalajara.
Y es que a causa de la constante lluvia que cayó ininterrumpidamente desde el mediodía de este martes en toda el área que rodea a la Capital Federal, la cancha del Estadio Néstor Pérez Díaz lució con ligeras inundaciones en su interior, suficientes para no permitir que el Rebaño llevase a cabo su cierre de preparación previo al partido.
Poco después de las siete de la tarde y luego de un trayecto de casi una hora desde el área de Puerto Madero y hasta el sur de Buenos Aires, tras cruzar las calles de la provincia de Avellaneda, las cuales lucieron igualmente inundadas que el resto de la ciudad, Chivas arribó al inmueble granate y sólo el Cuerpo Técnico descendió del autobús, a fin de constatar las condiciones de la cancha para su entrenamiento.
Pero tras acceder al interior del estadio, el estratega del equipo Efraín Flores, junto sus auxiliares Juan Carlos Ortega y Omar Arellano, además del Preparador Físico Guillermo Hernández, encontraron los primeros estragos de la lluvia al dar cuenta de que el acceso a cancha se encontraba inundado, situación que no les impidió para llegar hasta la cancha.
Pero una vez dentro de la misma, el Cuerpo Técnico corroboró el estado de la cancha, que a simple vista se antojaba espléndida para la práctica del futbol, pero que ciertas partes del campo lucieron con inundaciones menores, por lo que a fin de no dañar la sede del partido, determinaron no llevar a cabo su práctica ahí.
Una vez de regreso en el autobús, Guadalajara se trasladó hasta las instalaciones del Multiestadio de Lanús, donde en una cancha alterna pudieron realizar la actividad del día, correspondiente al cierre de preparación del equipo previo al arranque de la Copa Libertadores 2009.
