"Los sueños a lo mejor se quedarían cortos", se sincera Sergio Amaury Ponce tras salir del vestuario del Jalisco y dar cuenta que, al igual que al minuto 68 de juego, cámaras y micrófonos de los Medios de Comunicación que le dan cobertura al Clásico le siguen todos y cada uno de sus pasos.
El mediocampista se sorprende pero sonríe, sabe que es su momento, sabe que el cabezazo que conectó tras el pase de Alberto Medina para marcar el tanto que a la postre le daría el triunfo a su equipo, lo catapultó a ser el centro de atención, el hombre del partido, que justo al término del duelo más esperado de la temporada, lo pudo constatar antes de partir del inmueble.
"Es un Clásico soñado, es ya una realidad y sinceramente estoy muy feliz por ello", mencionó el jugador que marcó la diferencia del juego, ya en la Zona Mixta del Jalisco, "ganar un Clásico y más como se presentó ahora no era fácil, y sobreponernos a todas esas adversidades es digno de admiración de todo el equipo".
"La verdad es que puedo decir mil maneras de expresar cómo me siento, pero sinceramente rescato más la actitud de cada uno de mis compañeros; no ha sido fácil esta semana para nosotros y el que este domingo hayamos sacado un importante resultado, sinceramente me pone contento y es digno de admiración para mis compañeros", dijo.
Y más allá del gol que definió el Clásico, que le brindó a Chivas tres puntos en el Jalisco y que ocasionó que miles de aficionados festejaran el triunfo rojiblanco, la entrega que Sergio Amaury Ponce evidencio con las tribunas instantes después del gol fue a su juicio una obligada retribución a todos aquellos que hacen que estos triunfos se disfruten más.
"Ellos (la afición) ha estado en las malas con nosotros, por eso ahora en las buenas era también brindarles un poco de lo que se merecen. Cada partido es un compromiso con la afición, sabemos que no sólo es la gente de Guadalajara sino en todo México, por eso este triunfo va dedicado para todos aquellos que este Clásico lo hacen grande", finalizó Ponce Villegas, tras dejar atrás una nube de micrófonos que le siguen en su camino al autobús.
