El auténtico diluvio que cayó sobre la cancha dell Estadio Jalisco, precisamente 60 minutos antes del arranque del partido Guadalajara vs Morelia. Una Perla Tapatía envuelta un poco en el caos vial, debido a un par de marchas civiles, con motivo del Encentro Internacional del Mariachi y la Charrería y Contra la Inseguridad y la Violencia, fueron los motivos para que no apreciar en un primer momento una buena entrada en las tribunas del inmueble de Calzada Indepedencia.
Por eso, el primer detalle que sin duda llamó la atención de los presentes fueron las pantallas gigantes, que a partir del duelo entre rojiblancos y michoacanos, le añadirán un plus a los partidos celebrados en el Estadio Jalisco.
Pocos, pero ruidosos, los aficionados que recibieron con una ovación al guardameta del Rebaño, Sergio Rodríguez, el primero en saltar a la cancha por las Chivas y con una sonora rechifla el calentamiento de un Monarcas Morelia, que la última vez regreso a la capital michoacana cargado con media docena de goles.
"Algún dia la paz tendrá colores infinitos, empecemos por uno. En Chivas condenamos la violencia". Era la leyenda con la que un blanco Rebaño Sagrado, hacía acto de presencia ante sus aficionados para enfrentar su duelo ante Monarcas Morelia.
La cancha del Jalisco, lucía en buenas condiciones a pesar de la intensa lluvia que antecedió al partido de este sábado por la noche. Pero para los 22 elementos la intensa lucha, el despliegue del extra y el circular del esférico, buscando crear espacios para el ataque, parecía el común denominador.
La sorda lucha que envolvía al encuentro se adornó con dos goles invalidados para las Chivas, y la vendoleta blanca del capitán Ramón Morales producto de un fuerte choque con el grandulón delantero michoacano Sergio Blancas.
El trámite del encuentro era de lo más complicado para el Guadalajara, la cancha ya presentaba las huellas enfangadas de una batalla que no se inclinaba por fabricar ganador.
La visita se quedó con diez hombres en la cancha, debido a la expulsión por doble tarjeta amarilla de Blancas, que resultó un acicate para la afición, cuyo grito de ¡Chivas, Chivas!, comenzó a hacer sentir en las tribunas
La noche le tenía destinada una de las pruebas más duras para las Chivas, cuando Horacio Cervantes le dio con un cabezazo la ventaja a su equipo, Pero un gol de Jesús Padilla, compuso la noche blanca del Rebaño que parecía ser tan negra, como hace mucho tiempo no ocurría.
