Colosal, imponente absoluto, era la encomienda de los aficionados al Rebaño en su duelo de presentación dentro de la Copa MX y de inmediato los elementos que permanecieron en territorio tapatío para enfrentar a los Coras de Tepic recibieron el mensaje y ejecutaron de inmediato.
Apenas al minuto cuatro Sergio Nápoles demostró su deseo inquebrantable para llenarle el ojo a Carlos Bustos y mediante un cabezazo a servicio de David Toledo hizo levantar de inmediato a los aficionados de sus asientos. El festejo al formar el corazón rojiblanco fue el reflejo de la determinación en el Guadalajara.
En el duelo de “sangre”, pues en el plantel nayarita existen más de una decena de elementos forjados en la cantera rojiblanca era aventajado por Chivas que arrancó como una tromba que inyectó de entusiasmo a su legión rojiblanca y con palmas, cánticos y vivas dotaban de refrescante apoyo a sus 11 rojiblancos dentro del terreno de juego.
A los 12 minutos, Sergio “Zipo” Nápoles volvió a enseñar que con goles anhela también un lugar en el corazón de la afición del Rebaño y con un potente disparo que dejó sin oportunidad al guardameta Miguel Marín para volver a poner tierra de por medio sobre uno de los equipos “benjamín” de la división de Ascenso.
Amigos durante años muchos años por el hecho de defender la playera rojiblanca prácticamente desde niños el ánimo y el deseo de los aún rojiblancos era mucho mayor que el de los ahora enfundados en la playera roja de los Coras de Tepic y la afición del Rebaño gozaba de las mieles de una noche de martes que presagiaba un triunfo de las Chivas.
Para la afición era la fiesta, los gritos, El inigualable “Eeeh p… para el arquero visitante que naciera precisamente en Guadalajara, el ¡Chivas, Chivas!, el estupendo ambiente que sólo saben hacer los eternos enamorados del cuadro más popular y mexicano, el mismo que luce decidido a retomar el lugar de privilegio en el Futbol Mexicano: El Rebaño Sagrado.
En la segunda mitad correspondió a Carlos Fierro mantener vivo el sentimiento triunfal de su nación rojiblanca al marcar el tercer tanto en la frente de los nayaritas y la celebración del nacido en Ahome, Sinaloa declaraba de manera contundente: Ganar en este martes y ya con la caída de la noche el triunfo será en rojo y blanco.
“Recuerden que soy Chiva desde la cuna”…., reza uno de los cantos de batalla de los grupos de animación del Guadalajara y en esta ocasión más de la mitad de los 22 futbolistas dentro del terreno de juego lo tiene grabado en la piel.
A Carlos Cisneros, ex delantero del Rebaño, correspondió dar la cara por sus nuevos colores, los de Coras de Tepic, pero no fue suficiente. El dulce sabor de la victoria se postró en el paladar de los elementos del Guadalajara en la fresca noche tapatía.
La victoria dejó una consigna marcada para Chivas para retornar al lugar de grandeza que le corresponde hay que ganar la batallas más pequeñas, la batallas más grandes, a los rivales más acérrimos, a los enemigos más fuertes, y también algunas veces para volver a ser el mejor, hay que derrotar incluso a los grandes amigos, porque esos amigos defienden también sus colores a muerte.
