Patricio Araujo se encontraba en tres cuartos de cancha a la espera de deshacer cualquier contragolpe que los Rayos del Necaxa pudieran maquilar luego de ganar la pelota en sus terrenos, era el minuto 26 y para entonces, con la ventaja de un gol para Guadalajara, el "Pato" ya había efectuado una acción similar en un par de ocasiones en las que robó la pelota, desarmó al rival y generó una nueva oportunidad de peligro para las Chivas.
Pero ese preciso instante, el mediocampista de Chivas y la Selección Nacional se tuvo fe y vio la oportunidad de hacer lo que no comúnmente realiza en un partido oficial: tirar a gol. Por eso cuando se vio sólo y sin marca, con la pelota coqueteándole en las afueras del área y de una manera inmejorable para prender ese esférico, el "Pato" se tuvo confianza, descargó su furia contra la pelota y tres segundos después experimentó algo nuevo en su carrera, festejar un gol como profesional.
"Se siente increíble", admitiría Araujo al salir del vestidor al terminar el partido con la euforia implícita en sus palabras, "la verdad es que cuando vi el balón que venía hacia mi no pensé en otra cosa que no fuera tirar, pues después de tanto tiempo de estar ya jugando ya era hora de que se me diera mi primer gol. ya después de que anoté y lo festejé vi a mis familiares en la tribuna la cara que había puesto, también me acordé mucho de mi mamá".
"La verdad es que me emociona recordar cómo veo la pelota, como le pego y después ver cómo segundos después les pasa a todos por delante y se incrusta en las redes; sólo pensé en pegarle como venía y salió, por eso cuando vi que lo había anotado lo único que quería era gritar y gritar gol", complementaría el llamado "Pato" de camino al autobús.
Visiblemente entusiasmado por anotar su primer gol como profesional, Patricio Araujo echó a volar la memoria y recordó cuándo fue la última ocasión en que había marcado un gol, pues aunque el del sábado en el Jalisco ante Necaxa fue el primer tanto de su carrera en un partido oficial, el último lo marcó hace tiempo.
"Uy no, creo que el último gol que anoté fue hace como dos años, antes de irme a la Sub 17, creo que fue en un partido con Reservas pero no recuerdo bien", culminaría Patricio Araujo con su inconfundible sonrisa, pero aún más radiante que en ocasiones anteriores.