En cualquier lugar donde se presenta Chivas causa revuelo, y a la llegada del Rebaño a la capital del país este sábado por la tarde para quedar concentrado de cara al Clásico Nacional, la afición fiel al Guadalajara se hizo sentir.
Bastó que a la distancia el rojo destellante del autobús oficial se postrara en la calle Dakota de la colonia Nápoles y apareciera a las afueras del hotel sede de Chivas para que de inmediato los gritos de Chivas aparecieran en las inmediaciones para ensordecer por unos instantes la capital del país.
En medio de un fuerte operativo de seguridad por parte del personal del hotel, uno a uno los jugadores descendieron del autobús en medio de las porras y gritos hacia los ídolos rojiblancos, quienes por la gran cantidad de aficionados congregados a la entrada, les fue imposible detenerse a estampar algunas rúbricas.
Justo después de que los jugadores ingresaron al hotel, los aficionados permanecieron por por varias horas a la espera de que algún jugador descendiera por la escalinata y estuviera de cerca con la afición. Pasados un par de horas las personas ubicadas a las afueras del inmueble vieron recompensado su paciencia, pues algunos elementos como Gonzalo Pineda dedicaron unos minutos para atender a su afición.