Cancún, QR.- En un escenario que a decir de la entrada, el apoyo y los colores que predominaron en las tribunas, el Andrés Quintana Roo de Cancún fue una auténtica sucursal del Jalisco, que dio cuenta de cómo Chivas fue superior en la cancha, por momentos se vio abajo en el marcador y hacia la parte final del cotejo supo alcanzar a un Atlante que se salvó de la derrota.
Y es que con un primer tiempo en el que sólo existió sobre la cancha el equipo rojiblanco, para esta ocasión ataviado de blanco y verde, Chivas dominó a placer a un equipo azulgrana que especuló con su forma de juego desde los primeros minutos, montó una doble línea de cuadro elementos en la defensa y el medio campo y esperó al Rebaño en su terreno.
Lo anterior lo corroboró la poca posesión de pelota del cuadro local, que vio cómo Chivas llevaba de un costado a otro la esférica, manejaba a placer los destinos del partido, generaba presión en las contadas ocasiones que no tuvo la esférica, hilvanó jugadas que culminaban en el área y que para su mala fortuna, la puntería y el tino para anidar la pelota en las redes no fue su mejor distinción.
Pues aún y cuando Guadalajara nulificó a los Potros sobre la cancha en todo el primer tiempo, a la oncena tapatía sólo le faltó concretar una opción de gol para hacer un partido completamente inclinado a su favor, pues justo con la entrada del complemento, cuando el acoso ofensivo agobiaba al Atlante desde los primeros segundos del segundo tiempo, Omar Esparza tuvo en sus botines la oportunidad de ser él quien inaugurara el marcador.
Luego de un centro por derecha efectuado por el "Gaucho" Ávila, a media altura y con las ventajas para un Omar Bravo que ya medía el esférico, el envío fue interceptado de cabeza por Javier Muñoz Mustafá, pero dejado justo a los pies de Esparza quien sin dejar caer la pelota la prendió con potencia a ras de pasto para superar a Vilar y un segundo después ver su disparo estrellado en la base del poste, apartándolo de la opción de abrir el marcador y de consolidar la superioridad de Chivas.
A partir de esa llegada, Atlante reaccionó y comenzó a adelantar sus líneas en busca de desahogar la presión que el Rebaño le ejercía, y a tan sólo unos minutos de distancia del peligro que Esparza les había generado, Gabriel Pereyra se vio favorecido con una acción que el silbante Manuel Glower juzgó como incorrecta.
Pues en un avance de los Potros hacia el minuto 55, el delantero atlantista se hizo de un balón en la media luna del área, tras dejar atrás la marca de Héctor Reynoso, el ariete azulgrana ya perfilaba su disparo justo cuando Francisco Javier "Maza" Rodríguez llegó y punteó la pelota de forma contundente.
Por la inercia de la jugada, el destino de la pelota fue a dar hacia Luis Michel quien de inmediato tomó la esférica entre sus brazos para alejar el peligro, sin saber que el nazareno del partido marcaría la acción con un tiro libre indirecto, interpretando el rechace del "Maza" como pase hacia el cancerbero, lo que el reglamento marca como falta.
Poco después de los reclamos por parte de Chivas, la pelota fue colocada en la línea del área chica, la totalidad del equipo Guadalajara se colocó en la línea de gol para impedir la anotación, pero tras cederle la pelota a Javier Muñoz Mustafá, éste descargó en la pelota toda la potencia de su pierna derecha, venciendo así el marco rojiblanco para poner en ventaja al cuadro de Cancún.
Sin embargo, Chivas supo enmendar de inmediato el camino con la llegada del gol en contra, pues Efraín Flores mandó refrescar el ataque con Sergio Santana, quien con el cobijo de la afición que coreó su nombre tras su ingreso, aumentó la peligrosidad en el área enemiga y le dio más peso al ataque rojiblanco.
Después entró Ramón Morales y posteriormente lo hizo Alberto Medina, y fue ahí donde Chivas mostró de nueva cuenta el rostro del desequilibrio, la movilidad y la velocidad que han dado frutos a lo largo de la temporada, pues aún con la ventaja, Atlante fue siendo debilitado en su cerrojo defensivo y hacia la parte final del encuentro vino lo inevitable.
Pues con la pelota en los pies de Ramón Morales, el playera once de Chivas comenzó el ataque dándole circulación a la pelota por derecha, ahí pegado a la banda Alberto Medina sacó a flote sus cualidades explosivas para atacar y luego de dejar atrás la marca del defensa azulgrana, el "Venado" sacó un servicio al área al que Sergio Santana llegó con anticipación, metió la cabeza y venció a Vilar para emparejar el marcador.
A partir del empate, Chivas se fue con todo al ataque, tanto Morales, Medina, Bravo, Santana y Ávila no dejaron de pisar el área rival, pero a pocos minutos del final y con un Atlante anclado en su terreno, el trámite de un segundo gol se complicó en demasía y por ello, cuando el silbante indicó el final del encuentro, los elementos de Chivas evidenciaron en sus rostros un partido en el que se fue superior en la cancha, más no así en el marcador.