Cerca de las siete de la tarde y cuando apenas aterrizó el vuelo en el que Chivas arribó a Tuxtla Gutiérrez y de inmediato la afición chiapaneca se dejó sentir, pues la sala de llegadas nacionales del Aeropuerto Ángel Albino Corzo atestiguó cómo cientos de aficionados le brindaron una cálida bienvenida al más popular de los equipos en México.
Ataviados con su playera del Rebaño y mostrando el lado amable y cariñoso de la gente chiapaneca, Guadalajara tuvo un emotivo recibimiento a su llegada a Tuxtla Gutiérrez, donde el sábado enfrentara a los Jaguares de Chiapas en la última jornada de la fase regular del Clausura 2008.
En el trayecto desde la terminal aérea y por las calles de la ciudad, no faltaron los aficionados que dieron alcance al autobús donde viajaba Chivas para externarles su apoyo y demostrarles que en la tierra del poeta Jaime Sabines, el cariño por los colores del Rebaño es numeroso y palpable.
Y ni que decir de la llegada al hotel que Guadalajara adoptó como sede concentración, pues justo al momento que los elementos del chiverío descendieron del autobús, filas interminables de aficionados, en su mayoría niños y jóvenes, brindaron un segundo recibimiento al equipo Superlíder del torneo mexicano, esta vez más estruendoso que el primero.
Pues con los tradicionales gritos de "Chivas... Chivas", las pancartas de apoyo y la algarabía que sólo Chivas sabe arrancar de sus seguidores, los elementos del Rebaño no daban crédito de cómo por momentos, una parte de Tuxtla Gutiérrez se convirtió auténticamente en una sucursal de la Perla de Occidente.
Procedentes de las regiones aledañas a Chiapas y también habitantes de la capital del sureño estado mexicano, cientos de seguidores aguardaron pacientes a la llegada del equipo para, con cámara en mano y un papel, arrancar una firma o con suerte y hasta una fotografía de los jugadores de Chivas.
Y aunque desde su creación hace ya algunos años los Jaguares de Chiapas se han caracterizado por tener una afición leal e identificada con el naranja y blanco de sus colores, la tarde del viernes previo a enfrentar al equipo de la entidad, la sede de la maravilla natural del Cañón del Sumidero y cuna del ilustre Jaime Sabines, demostró que Tuxtla Gutiérrez también es Chivas de Corazón.