El Estadio Azteca se vistió de gala la tarde de este domingo para recibir el partido más esperado de la Fecha 14 y en sí de todo el Torneo Apertura 2008, el América-Chivas que cerraba la jornada futbolística de este fin de semana.
Una vez más, las familias mexicanas que se dieron cita al Coloso de Santa Úrsula para apoyar a sus equipos favoritos en el Clásico Nacional, pudieron convivir en un ambiento sano, de cordialidad y respeto. Se podían observar a dos hombres, uno con la playera de las Águilas sacándole la foto del recuerdo a otro con la playera de las Chivas que posaba con la cancha del Azteca al fondo.
Cuando arribó el conjunto tapatío al inmueble mundialista, muchos aficionados privilegiados que tuvieron acceso a los túneles pudieron tomarse fotos con los jugadores, pidiéndoles también autógrafos; incluso hubo hasta niños pidiéndole su autógrafo a Ramón Morales, quien realmente es un ídolo en el futbol mexicano.
Faltando 40 minutos para el comienzo del cotejo, salieron, casi a la par, al escenario de la batalla los arqueros de ambos equipos para calentar, Guillermo Ochoa por América, y Hugo Hernández por chivas.
Tres minutos después, salió el resto de jugadores del conjunto americanista, y a las 16:30 horas, hicieron su aparición los otros diez hombres del Guadalajara.
Conforme se fueron llenando las gradas del Azteca, en un principio se notaba mayoría azulcrema, pero cuando se fue acercando la hora de comenzar el partido, la afición chiva fue emparejando la asistencia.
Minutos antes de iniciar el Clásico de Clásicos, la cancha del Azteca tuvo la presencia de dos figuras del deporte, primero la del taekwondoín michoacano, Guillermo Pérez, medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y también la del astro brasileño del futbol Edson Arantes do Nacimiento, ‘Pelé’, quien en su visita a la Ciudad de México, aprovechó para presenciar el Clásico.
En fin, el marco estaba listo para que todo México disfrutara de la rivalidad más importante de la historia del Futbol Mexicano.