La fiesta del partido clásico del futbol mexicano, Guadalajara vs. América dio inicio casi desde tres horas antes de arrancar el partido, y fue encabezada por el corazón que le da vida al balompié: la afición, que colmó los alrededores del monumental y pletórico Estadio Jalisco, listo para ser una vez más, el escenario donde se esperaba un gran espectáculo.
Todo mundo quería estar presente en el Chivas-América, que cerraba la actividad de la Jornada 14 del Torneo Clausura 2009 de la Primera División. Los estratos sociales quedaron de lado, este caluroso domingo de abril que fue otro de los testigos del fenómeno que representa el duelo entre los dos equipos más importantes del futbol mexicano. Ricos, humildes, blancos morenos, la afición se transformó en una masa homogenea, distinguida solamente por el color de su playera, rojiblanca o amarilla.
La belleza feménina, también engalanó la fiesta del clásico fuera y dentro de la cancha. Niños y adultos, familias enteras, amigos de siempre, las ya comunes parejas de enamorados que aunque unidos por el amor, a la hora de disfrutar del futbol, poco importa si apoyan al Rebaño o a las Äguilas.
Otro de los participantes importantes en el ambiente del Guadalajara vs. América, fueron los Medios de Comunicación. Desde temprana hora, hacían los reportajes de color, gracias a la pasión que le imprimió la afición, horas antes de asegurar un lleno en las tribunas del Estadio Jalisco.
Las barras, áquellos grupos de jóvenes, aceptados a regañadientes en el futbol mexicano, también dijeron presente en las tribunas del inmueble de la Calzada Independencia. Al ser los rivales acérrimos por excelencia, el territorio donde se alojaba a cada una quedó bien marcado por la policía. "Ya me voy para la cancha, ya me voy a ver a Chivas". Era el grito de batalla que identificaba a los seguidores del Rebaño. "Vamos América que está tarde tenemos que ganar" Era el canto contrario, que hacía retumbar la parcialidad de las Águilas.
Así mataban el tiempo, estos grupos de jóvenes, esperando también ser parte del fenómeno social del Chivas vs América, pero que toda su pasión quede en los cánticos, en sus porras. La violencia no alcanza boleto en esta fiesta.
Así con con los ojos de medio México pendientes de lo que suceda, todo está preparado para vibrar con el único partido que es capaz de paralizar, e irónicamente dividir y unir al mismo tiempo, a las dos aficiones más grandes del futbol mexicano.