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Manzanillo, Colima.-El futbol es y será hasta el final de los siglos una actividad 100 por ciento lúdica y cualquier ocasión siempre será buena para disfrutarlo. Aprovechando que el entrenamiento vespertino de este jueves en la pretemporada de Chivas en Manzanillo resultó dosificado, los integrantes del cuerpo técnico rojiblanco optaron por organizar un entrañable duelo que bien podría quedar marcado en los anales de la historia.
Para empezar no importó que las condiciones climatológicas amenazaran al espectáculo, desde los integrantes de la utilería rojiblanca comandados por Elías Uribe "Terry" quienes se calzaron los zapatos de futbol, hasta la conformación de la terna arbitral de lujo, encabezada por el goleador Omar Bravo, asignado para impartir justicia, auxiliado en todo momento por sus jueces de línea, Héctor Reynoso y Omar Esparza y como cuarto silbante Omar Arellano Riverón, todos ellos se ocuparon hasta del más minimo detalle, desde la salida estilo FIFA de los dos equipos, hasta la minuciosa revisión de las porterías.
En el entorno, todo tenía aroma futbolero, incluso las cámaras de televisión con Marco Fabián y Christian Morán como camarografo y comentarista de la contracrónica que arrancó las carcajadas de más de uno.
Así durante el desarrollo del partido se redescubrieron los talentos de personajes como el Preparador Físico, Armando Camacho encargado de hacer la primera anotación del encuentro, y decir lo propio del Profesor Germán López encargado de hacer la segunda anotación del lado rojiblanco.
Faltan palabras para describir la entrega del Doctor Narciso López, y el ida y vuelta en media cancha de Mariano Varela, recordando los viejos tiempos. También del lado de los "Terribles" se dieron a conocer jugadores interesantes como el impasable Ramón Salazar "Cacho", quien no permitió ni el paso del fuerte viento que se dejó sentir en el terreno de juego. Mencionar también al futbolista que nunca pudo jugar el partido, y a quien a final de cuentas encontraron rasgos familiares con el juez de línea Omar Esparza y todo debido a la única mancha en el trabajo arbitral del goleador Bravo quien nunca se percató la solicitud de cambio.
José Luis "Güero" Real metido en su papel de Director Técnico, vivió intensamente el partido a grado tal que sobre el final del encuentro optó por sentarse regocijado en el césped ante el buen duelo que se ofrecía en el terreno de juego.
Llegó la lluvia, pero los 22 guerreros nunca dejaron de correr, ni el joven que fue una avenida para el transito de los terribles, o los reporteros que dejaron grabadora y cámara para irse con entusiasmo al ataque.
Al final de la contienda un merecido empate a dos tantos que ni Luis Valls como custodio de la portería pudo evitar. Al final la lluvia más intensa apresuró el silbatazo final de un partido que concluyó con la promesa de una revancha.