Frisco, Texas.- Durante la segunda parte del Clásico Tapatío, el recién llegado delantero de Chivas Carlos Ochoa tuvo al menos tres oportunidades claras de definir en la portería de Pedro Hernández, de las cuales por distintas circunstancias no pudo cristalizar ninguna de ellas.
Primero en un mano a mano a pase de Ramón Morales, Ochoa bombeó la pelota y la echó por centímetros por encima del travesaño; después en otra acción también en solitario, el artillero rojiblanco perdió el equilibrio y cayó justo cuando el portero de Atlas ya se vencía ante su llegada, por lo que la reacción de la afición no se hizo esperar con abucheos hacia el delantero michoacano.
Pero sin desesperarse, consciente de la camiseta que portaba y los colores que defendía, Carlos Ochoa sacó la casta y al cabo de unos minutos logró marcar un par de dianas, sus primeras en un torneo oficial con Chivas, lo que le llenó de confianza y de entusiasmo para convencer a la afición.
"Yo veo lo sucedido en el partido como una presión convertida en motivación, tengo ya muchos años jugando y siempre ha sido así", revela con certeza el romperredes rojiblanco, "uno va a tener oportunidades y muchas veces vamos a fallar y otras a concretar, pero aquí lo importante es seguir perseverando, seguir buscando las opciones de gol porque tarde o temprano se presentan y hay que estar ahí para convertirlas en beneficio del equipo".
"Uno entiende que la gente viene a ver espectáculo, viene a ver a su equipo ganar y a ver a sus jugadores que jueguen bien y que hagan goles, y la única manera de hacerlo es como terminamos en este duelo contra el Atlas".
"Siento que los abucheos me dieron más fuerza para seguir buscando las oportunidades de gol, pues sabía que tarde o temprano iban a caer, la verdad el primer gol es una gran jugada de Sergio Ávila que me dejó solo frente al portero y en el segundo gol también peleó, la ganó y me la dejó ahí", ahonda en el tema más destacado del encuentro además del marcador.
Con sus primeros goles en un torneo oficial con la camiseta del Guadalajara, Carlos Ochoa demuestra el compromiso que tiene ante la institución rojiblanca ya que en el Clásico Tapatío, nunca dejó de pelear pese a tener ya en su cuenta personal dos dianas que le daban forma al marcador.
"El equipo de Chivas todos sabemos lo que representa, a mi en mi caso como delantero me trajeron para hacer goles y cada quien en su función nos van a presionar, porque la gente sabe de futbol y quiere siempre ver a su equipo ganar, entonces las oportunidades van a aparecer y vamos a concretar y vamos a fallar, así es que esto sigue y no por ello es que debemos de bajar los brazos", sentenció.
