Las Chivas del Guadalajara y el Atlético Paranaense de Brasil empataron 2-2 la noche de este miércoles, en el partido de ida de Octavos de Final de la Copa Sudamericana, y la serie entre mexicanos y amazónicos se tendrá que definir el próximo martes 30 de septiembre en la Arena de Curitiba.
Ahora, el Rebaño Sagrado no solamente tendrá que pensar en hacer el viaje a Curitiba el fin de semana, sino que deberán poner toda su concentración en el Clásico Tapatío que se jugará este sábado, en menos ya de 72 horas.
El equipo dirigido por el técnico Efraín Flores se vio abajo dos veces en el marcador, y las dos veces se le emparejaron a un conjunto brasileño que vino a lo suyo y lo logró, que era sacar el empate con un futbol ordenado, fuerte y resistente.
Chivas empezó remando contracorriente en el partido apenas al primer minuto de juego tras una jugada en la que el portero Sergio Rodríguez escupió un disparo flojo del delantero de Paranaense, Renan Rodrigues, que en el contrarremate Pedro Oldoni estaba desmarcado en el área, atento para solamente empujarla y marcar el 0-1 a favor de los brasileños.
Sin embargo, el Guadalajara tuvo respuesta rápida y cinco minutos después en una jugada vistosa en la que Ramón Morales recibió un servicio de Sergio Santana al borde del área, se metió y disparó al arco de Vinicuis, y en una jugada idéntica al gol de Paranaense, el arquero carioca la desvió y le quedó a Arellano con el arco abierto, tampoco desaprovechó el regalo y solamente extendió su pierna derecha para impulsar el balón a las redes. El partido ya era intenso, con un 1-1 en el marcador, y el reloj ni siquiera marcaba los 10 minutos de juego.
Al 39’ al Rebaño se le presentó una inmejorable oportunidad de irse al frente en el marcador luego de un gran pase desde la portería de Sergio Rodríguez a Arellano, quien la bajó con clase y la entregó a un abierto y solitario Gonzalo Pineda, quien avanzó franco hacia la portería, disparó y su tiro se fue apenas a un lado del marco de Vinicius.
A Chivas le estaba faltando probar disparos de media distancia; al terminar el primer tiempo, hasta el momento el hombre más peligroso del chiverío, Omar Arellano, se animó y jaló el gatillo de su zapato a las afueras del área, envío que pasó con veneno apenas arriba del travesaño de la portería que defendía el cuadro visitante.
La historia del complemento no iba a cambiar. Todo Chivas, con Alberto Medina ya dentro del campo por Omar Esparza en un esquema mucho más ofensivo que la primera parte, estuvo volcado al frente, presionando por recuperar los balones, tejiendo jugadas tratando de penetrar la muralla brasileña, arribando una y otra vez al área.
Fuera de estar sacando agua del pozo, Paranaense estaba en busca de un contragolpe, un error o un balón parado para generar peligro del lado rojiblanco, pues todos estaban metidos atrás y había poco esfuerzo por armar jugadas hacia el frente.
Y fue precisamente al 59’ cuando mediante un tiro libre directo, Antonio dos Santos Aguiar mandó un disparo fulminante que entró por en medio de la portería de Sergio Rodríguez y volvió a poner a los brasileños al frente en el tanteador, 1-2.
Chivas volvió a ser reaccionario al verse en desventaja, y cinco minutos después, al 63’, Alberto Medina remató con fuerza un centro de Marco Fabián dentro del área que ningún brasileño pudo interponerse en su camino, y así Guadalajara convirtió el segundo para el 2-2 momentáneo.
Aún restaban más de 20 minutos para Chivas, con Paranaense metido hasta la cocina para llevarse un valioso empate a Brasil. El gol de la diferencia nunca llegó y Vinicius se convirtió en el héroe carioca al evitar en doble ocasión con un esfuerzo sobrehumano primero un remate de cabeza de Sergio Santana y después en el contrarremate del mismo delantero, con aplomo Vinicius volvió a aguantar para salvar a su equipo.
En los minutos finales, Paranaense sacó el colmillo y se dedicó a sacar balones, retenerlos cuando estaban en su posesión, y envolover en su ritmo al chiverío.
El empate no es favorable a Chivas, pero el sábado tienen otra oportunidad de reencontrarse con un triunfo, que sería dulce para Chivas y su afición.